Competitividad, China y Trump
Dr. Armando Rojano Uscanga
El 1 de diciembre próximo inicia Ursula von der Leyen su segundo mandato al frente de la Comisión Europea y se estructurará en base a una serie de temas difíciles, como la competitividad de la Unión Europea (UE), la transición a las tecnologías limpias, las relaciones comerciales con China y Estados Unidos, con la vuelta de Trump a la Casa Blanca. Con una preocupación más, la nueva aritmética parlamentaria, inclinada a la derecha con la entrada de nuevas fuerzas ultraconservadoras, que ha sufrido una pérdida de confianza entre la coalición tradicional de populares, socialistas y liberales.
La mayor urgencia radica en impulsar la competitividad ante el despliegue de subsidios de China y de Estados Unidos, sobre todo para la industria de tecnologías limpias. La hoja de ruta la impuso el exprimer ministro italiano, Mario Draghi, que estima necesarios 800.000 millones de euros anuales, que requerirían una nueva emisión de deuda conjunta a nivel comunitario.
En el plano político, el escenario de inestabilidad e incertidumbre geopolítica obliga a la UE a ser menos dependiente de aliados tradicionales, como EEUU, en materia militar y de defensa. La guerra de Ucrania y el conflicto en Oriente Medio abren grandes incógnitas, como el apoyo a Kiev, en un conflicto en el que China no se posiciona en contra de Moscú y Corea del Norte ya tomó partido.
El panorama es gris, los recursos del bloque son limitados, los países acumulan una elevada deuda y su población sigue la tendencia al envejecimiento. La amenaza de aranceles de Donald Trump de hasta el 20% a los productos comunitarios no deja, a Von der Leyen con muchos más recursos que diversificar las asociaciones comerciales del bloque. Además, el republicano impondría aranceles de hasta el 60% a las importaciones de China, que se buscarían llegar a la UE, golpeando más a la economía comunitaria.