Martes 22 de abril de 2025
Hace caer a Wall Street y al dólar
Dr. Armando Rojano Uscanga
En los países democráticos, el banco central ejerce como autoridad monetaria encargada de la emisión del dinero y de ejecutar la política monetaria del país. Suelen ser entidades de carácter público, entidades autónomas e independientes del Gobierno del país (o grupo de países en el caso de Europa) al que pertenecen. Sus funciones más importantes son preservar el valor de la moneda y mantener la estabilidad de precios, mediante la fijación de las tasas de interés.
Los bancos centrales son orgullosamente autónomos y ajenos a cambios políticos, para preservar el patrimonio nacional; incluso el nombramiento de sus autoridades no coincide con los períodos electorales, para evitar injerencias. Mediante decisiones consensadas en comités, deciden las tasas de interés que regirán en su país, es decir, el valor del dinero, pues eso atrae inversionistas, que, si suben, compran deuda mediante bonos (renta fija), y si bajan los intereses, compran acciones de empresas (renta variable).
Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, pretende despedir al presidente del Banco de la Reserva Federal, Jerome Powell, cuyo mandato termina en 2026, porque no ha bajado los tipos de interés. Por su parte Powell y sus comités mantienen altos los intereses por los riesgos inflacionarios que ha provocado la guerra de aranceles de Trump.
Por ley, el presidente estadounidense no puede despedir a ningún miembro de la Junta de Gobernadores, incluido Powell, salvo causa justificada. Solo el Tribunal Supremo estadounidense interpreta esas causas. Al expirar el mandato de Powell en mayo de 2026, seguiría una Reserva Federal independiente como hasta ahora. Por lo pronto, el ataque a la independencia de la Fed está desplomando la confianza internacional en los activos estadounidenses: el dólar está cediendo terreno frente a otras divisas que se ven ahora como refugio para los inversores. El yen, el euro o el franco suizo se han revalorizado entre un 4% y un 8% en los últimos 30 días, mientras que los bonos estadounidenses a 10 años permanecen en el 4,4% de rentabilidad.