Viernes 14 de febrero de 2025
Impuesto indirecto al consumo, que no existe en su país
Dr. Armando Rojano Uscanga
Donald Trump, confiado en que tendrá un tercer período en la Presidencia de los Estados Unidos, está jugando con lo establecido, haciendo lo que jamás hubieran hecho otros presidentes, incluso su admirado Ronald Regan, con el que tiene en común la improvisación ante la falta de preparación formal.
Trump está obsesionado con los impuestos, que logró no pagar durante muchos años gracias a deducir pérdidas en inversiones inmobiliarias en casinos, siguiendo los consejos de Roy Cohn, abogado de ingrata memoria, según la película “El aprendiz”, que se convirtió en su mentor. Ahora Trump está declarando una guerra contra el Impuesto al Valor Agregado (IVA), vigente en 175 países, entre ellos el nuestro, creyendo que es impuesto indirecto, al consumo, influye en la balanza comercial deficitaria de su país, por lo que amenaza con imponer aranceles a las importaciones de esos países en la misma proporción.
Alguno de sus asesores, que aspira ocupar el lugar de Cohn, le ha hecho pensar quela solución a su déficit presupuestal es fijar aranceles a las importaciones que pagarán sus propios gobernados. En Estados Unidos no hay IVA, pero hay un impuesto al consumo, con el que se sostienen los estados de la Unión Americana, por lo que el choque interno es inminente. Sus asesores deberían recomendarle la lectura de “La riqueza de las naciones” (The Wealth of Nations), la obra más célebre de Adam Smith, publicada en 1776, considerada el primer libro moderno de economía, que dedica su capítulo V a los impuestos.