Martes 22 de octubre de 2024
El síndrome de Dorian Gray
Dr. Armando Rojano Uscanga
Liz Parrish, una empresaria estadounidense de 53 años fue la estrella del reciente Congreso Internacional de Longevidad celebrado en Alicante, España. Liz fue admirada no solo por su belleza, sino porque representa y disfruta de una edad biológica de una chica de 25 años, gracias a una terapia génica a la que se sometió, que no requiere bótox ni retoques estético.
En sus conferencias, Liz afirma que en 2015 decidió probar por sí misma un tratamiento experimental antienvejecimiento que solo se había experimentado con roedores, y como en su país no era legal, viajó a Colombia, en donde recibió un tratamiento a base de telomerasa, que hace que los telómeros, capa protectora delos extremos de los cromosomas no se acortaran en cada división celular propiciando el envejecimiento, y de foslistatina, que favorece el aumento de masa muscular y la reducción de grasa.
También, según el auditorio, asegura que buscaba una curación para la enfermedad de su hijo, pero eso derivó en el desarrollo de su empresa BioViva, una compañía biotecnológica que opera en Bahamas y Honduras, dedicada al negocio del envejecimiento, del que ella es la principal promotora, ofreciendo terapias a precios asequibles.
La empresaria asegura haber completado cuatro terapias genéticas, que sus músculos y marcadores de rendimiento han mejorado, pero que se realiza resonancias magnéticas de todo el cuerpo para verificar que no hay tumores creciendo, pues los tratamientos con telómeros podrían favorecerlos. Pero hasta ahora todo va bien.