Martes 17 de septiembre de 2024
Los mexicanos perdimos más de la mitad de nuestro territorio y nunca reclamamos
Dr. Armando Rojano Uscanga
Nuno Melo, ministro de Defensa Nacional de Portugal, reclamó el pasado viernes a España que entregue Olivenza, pueblo de 11,000 habitantes ubicado en la frontera entre los dos países, alegando que es un municipio portugués «por tratado» y que es un derecho «justo» exigir esta reclamación.
La disputa es histórica y se remonta a la Guerra de las Naranjas en 1801, entre España y Portugal, cuando Napoleón Bonaparte, instó a España a invadir Portugal por su negativa a sumarse al bloqueo continental contra el Reino Unido. El nombre de la guerra viene de un gesto del primer ministro español, Manuel Godoy llamado “El príncipe de la paz”, que para celebrar la victoria, envió un ramo de naranjas a la reina española María Luisa, con quien sostenía una relación sentimental.
El conflicto se resolvió con el Tratado de Badajoz en 1801, siendo cedido Olivenza a España, pero por más de dos siglos Portugal ha sostenido que la cesión se logró bajo presión y carece de legitimidad. En el Congreso de Viena en 1815, se estipuló que las potencias europeas mediarían en la devolución de Olivenza a Portugal, pero España continúa administrando el territorio, considerando la cuestión resuelta.
En el registro de conflictos globales de la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) está catalogado el municipio y sus alrededores como una zona de disputa internacional, y un conflicto sin resolver. En nuestro país, que fue desmantelado décadas después, perdiendo la mayor parte de su territorio, ni los historiadores tocan el tema, menos aún los abogados, es más, ni siquiera como trabajo recepcional de los egresados de ciencias políticas.