JAPÓN ENFRENTA CAMBIO DE PRIMER MINISTRO

Viernes 16 de agosto de 2024

                                         

                                                 Kishida dimite para salvar a su partido

Dr. Armando Rojano Uscanga

El cargo de primer ministro de Japón existe desde la era Meiji (23 de octubre de 1868 – 30 de julio de 1912), los 45 años del reinado del emperador japonés Meiji, en que el país comenzó su modernización y occidentalización erigiéndose como potencia mundial. Es el jefe de Gobierno que desde el final de la Segunda Guerra Mundial es nombrado por la Cámara de Representantes de la Dieta y por tradición, es el dirigente del partido político que tiene la mayoría parlamentaria, aunque, según la constitución, es el emperador quien nombra al primer ministro con el consejo de la Dieta.

La mayor parte de los primeros ministros de Japón han sido del Partido Liberal Democrático (PLD) y el actual es Fumio Kishida, que gobierna desde el 4 de octubre de 2021, pero este anunció que no se postulará para un segundo mandato en el cargo. Los posibles candidatos del PLD que podrían sustituir a Kishida en septiembre son Toshimitsu Motegi y Taro Kono, miembros de la Cámara de Representantes y ambos están a favor de una política monetaria más restrictiva.

El próximo primer ministro de Japón enfrentará desafíos derivados de la inflación, mercados financieros volátiles, un entorno de seguridad en deterioro y la transición a un nuevo presidente en Estados Unidos, el aliado más importante. Fumio Kishida decidió no postularse para asumir la responsabilidad por los escándalos que han acosado al PLD durante sus casi tres años de mandato,

esperando que una nueva cara ayude a su partido a recuperarse de los índices de aprobación que han caído a mínimos históricos antes de las próximas elecciones nacionales, que se deben celebrar el próximo año.

El PLD ha gobernado Japón desde su fundación en la década de 1950, salvo unos pocos, y con esto espera retener el poder en las elecciones nacionales. El partido enfrenta un escándalo de financiamiento político, donde se descubrió que los legisladores habían ocultado dinero generado en fiestas de recaudación de fondos, que le puso en contra a  la opinión pública, pero no  parece que ningún grupo de oposición a gane suficiente apoyo para derrocar al PLD. Buena lección política.

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