Martes 7 de mayo de 2024
Tanto como reduce su necesidad de su gas
Dr. Armando Rojano Uscanga
La Unión Europea (UE) no parece aprender de las malas experiencias, pues si bien es cierto que desde la invasión de Rusia a Ucrania ha aminorado su dependencia del gas ruso, pasando del 45% que le compraba al 15% en solo dos años, le ha seguido comprando otro producto estratégico, el fertilizante, un elemento clave para el sector agrícola. Esto se debe a que Rusia es un gran productor, exportando 20.650 millones de dólares en 2023, lejos del segundo y el tercer productor global del mercado, Canadá (13.730 millones) y China (11.380 millones).
Según Eurostat las importaciones de fertilizantes nitrogenados (urea, sulfato de amonio, MAP o DAP, de los más usados del mundo) se incrementaron en 2022-2023 un 34% y un tercio era de Rusia. Además, de la urea, duplicó sus compras a ese país, con un 40%. Y 2024 no ha sido mejor, pues solo en febrero la UE compró 521.000 toneladas de fertilizantes rusos, 16% más que el año anterior y las cifras más altas desde diciembre de 2022. Los principales importadores fueron Bélgica, Rumania, Bulgaria y Alemania.
La Comisión Europea (CE) reconoce el peso de Rusia entre los principales proveedores de fertilizantes para Europa y que para finales de 2023 las importaciones fueron del 25% del total, pues a pesar de que varios fertilizantes fueron objeto de sanciones no las hubo para todos los productos de esos grupos y es la partida que menos se ha reducido.
El World Economic Forum afirma que la guerra ha provocado una escasez de fertilizantes esenciales para los cultivos, socavando la seguridad alimentaria de todo el mundo, por lo que no se han emprendido las mismas sanciones que con otros productos críticos de Rusia. Además, la escasez de fertilizantes se ha acentuado por las restricciones a las exportaciones que ha impuesto China durante todo 2023, y para asegurar su suministro ha vetado parte de los envíos al extranjero.