Martes 29 de agosto de 2023
Para mantener precios ante baja demanda
Dr. Armando Rojano Uscanga
El vino, uno de los productos emblemáticos de Francia, por su excelente calidad, sufre los efectos de la inflación y el cambio de gustos hacia la cerveza, por lo que el gobierno galo invertirá 200 millones de euros para destruir el vino que no ha podido venderse, para sostener su precio. La inflación y la alternativa de la cerveza merman su mercado vitícola, por lo que el contenido de las botellas retiradas será convertido en gel hidroalcohólico y en perfumes.
Los fondos provienen de Francia y de la Unión Europea, en apoyo de los productores vitícolas franceses que enfrentan una disminución en el consumo de este producto. La crisis afecta a zonas con gran presencia de productores, como la Gironda (suroeste) o el Languedoc (sudeste), que está produciendo demasiado, con un precio de venta inferior al costo de producción.
La crisis del vino, que también afecta a España y Portugal, no es nueva. Europa la había sufrido en la primera década del siglo XXI y debió modificar las políticas agrícolas para reducir los excedentes, por eso la Unión Europea (UE) destina cada año hasta 1.060 millones de euros para subvencionar este producto. En el sur de Europa, el sector vitícola es fundamental para la economía agrícola. Pero las preferencias han cambiado y hay que sostener al mercado, sin alterar significativamente los precios.