PAÍSES ASIÁTICOS INCENTIVAN LA NATALIDAD 

Viernes 19 de mayo de 2023

                    Temen caer en el cruce de la muerte demográfico

Dr. Armando Rojano Uscanga

Un problema prioritario para las principales economías asiáticas es la caída de la natalidad que obliga a Singapur, Japón, Corea del Sur y China ha invertir cientos de miles de millones en políticas para revertir una tendencia a la baja, a través de ayudas económicas tras el nacimiento, para la educación o guarderías, incentivos fiscales, aumento de los permisos de paternidad, y todo para animar a las parejas a tener hijos.

Corea del Sur es la más afectada, pese a que ha gastado, en los últimos 16 años, más de 200.000 millones de dólares, infructuosamente, pues en 2022 su tasa de fertilidad fue de 0,78 bebés por mujer, la cifra más baja del mundo. Japón en el mismo año, registró un mínimo histórico de 800.000 nacimientos, a pesar del enorme gasto destinado a fomentarlos. Esta política ha sido un fracaso, pero quitarla haría peor la situación. Los estudios acerca de por qué las mujeres no quieren tener hijos en esos países apuntan a la ausencia de conciliación profesional y familiar para ellas, que enfrentan el dilema de independencia económica o ser madre. Compaginar la vida laboral y la familiar es más complicado en Asia que en los países occidentales, donde suele haber sistemas de acompañamiento más completos para cubrir las necesidades durante la crianza de los hijos y donde la igualdad de género es un objetivo real perseguido.

Algunos países preparan el terreno ante la imparable caída de la población, como China, que ha aumentado su inversión en tecnología e innovación para compensar la disminución de la fuerza laboral, mientras que Japón y Corea del Sur están atrayendo a trabajadores jóvenes del extranjero para reforzar su mercado de trabajo.

El último informe de Naciones Unidas sobre políticas de población, de 2021, indicó que el número de países que buscan aumentar la fertilidad se ha triplicado desde 1976, pues una población envejecida supone para las economías menos fuerza en el mercado laboral, menores ingresos fiscales y menos capacidad para sustentar a la población mayor.  La bomba demográfica es una amenaza, en Japón el 30% de la población tiene más de 65 años, en China, la tasa de natalidad de 1,18 hijos reduce su población por primera vez en seis décadas y el 37% de su población tendrá más de 65 años en 2050. En contraste con otros gigantes asiáticos, como India, en que una cuarta parte de los habitantes tiene entre 10 y 20 años.