DECRECEN LAS EXPORTACIONES ALEMANAS

 

Portugal e Italia sorprenden

 

Dr. Armando Rojano Uscanga

 

Cuando el comercio mundial enfrenta el proteccionismo que llevó la victoria de Donald Trump, las legendarias exportaciones alemanas pierden dinamismo, según el Instituto de Estadística germano, que aporta cifras de crecimiento del tercer trimestre, con el magro avance del 0,2%, el peor dato del último año. Los analistas esperaban más después de la mejora del 0,7% en el primer trimestre y del 0,4% en el segundo, pero el Brexit y el repliegue nacional promovido por los populismos en marcha, resultaron adversos.

 

El bajo dato alemán es un tropiezo en el camino para una economía con una tasa de desempleo de 5,8%, su nivel más bajo de los últimos 25 años, que además encadena cuatro meses de aumento del índice de confianza inversora, lo que anticipa un posible repunte en el próximo trimestre. Francia, la segunda economía de la eurozona, avanzó también un 0,2% y ya reconoce que será difícil cumplir con su objetivo de crecer el 1,5% este año y que pueden tener efectos políticos, pues Angela Merkel y François Hollande tienen en puerta procesos electorales que no solo enfrentan a la oposición tradicional: también al ascenso de la ultraderechista Marine Le Pen y del movimiento antiinmigración Alternativa por Alemania.

 

Eurostat ha constatado, más allá de las dos grandes potencias europeas, la debilidad de la recuperación comunitaria, con un crecimiento trimestral del 0,3% para la eurozona, el ritmo previsto. Europa no sigue la estela de los grandes bloques, con las economías de Estados Unidos, China o Japón avanzando con fuerza. Ha habido sin embargo dos sorpresas positivas: Italia ha abandonado el estancamiento del pasado trimestre para crecer tres décimas en un momento en que el primer ministro Matteo Renzi necesita granjearse todos los apoyos posibles a poco más de dos semanas del referéndum constitucional al que ha fiado su crédito como líder. La otra ha sido Portugal, que creció un 0,8% entre julio y septiembre, su mejor cifra en tres años y la tasa más alta de toda la eurozona junto a la de Bulgaria. La aceleración se ha cimentado en la mejora de las exportaciones, y puede permitir al país luso disminuir la cuantía de los recortes que, como a España, le exige Bruselas para cumplir con los objetivos de déficit.