Sábado 19 de abril de 2025
Y tiene dos juicios pendientes
Dr. Armando Rojano Uscanga
El Departamento de Justicia de EEUU (DOJ) a través de la jueza Leonie Brinkema, en Alexandria, Virginia, declaró a Google responsable de adquirir y mantener deliberadamente un poder monopolístico en los mercados de servidores de anuncios para editores y en el mercado de intercambios de anuncios, que se sitúan entre compradores y vendedores. Los servidores de anuncios para editores son plataformas que utilizan los sitios web para almacenar y gestionar su inventario publicitario.
Sin embargo, el juzgado reconoció que las autoridades antimonopolio no pudieron demostrar que la empresa tenía un monopolio en las redes publicitarias de los anunciantes, por lo que Google apelará el fallo, alegando que los editores tienen muchas opciones y eligen a su empresa porque sus herramientas de tecnología publicitaria son sencillas, asequibles y eficaces. Las acciones de Google cayeron un 2,1% y la decisión allana el camino para otra audiencia que determinará qué debe hacer Google para restablecer la competencia en esos mercados, como vender partes de su negocio en otro juicio que aún no se ha programado. El DOJ ha declarado que la empresa debería vender al menos su Google Ad Manager, que incluye el servidor de anuncios para editores y el intercambio de anuncios de la compañía.
Además, Google se enfrenta la posibilidad de que dos tribunales de EEUU le ordenen vender activos o modificar sus prácticas comerciales. Un juez en Washington determinará la próxima semana sobre la solicitud de obligar a Google a vender su navegador Chrome y a tomar otras medidas para poner fin a su dominio en las búsquedas en línea.
Los fiscales aseguraron que Google empleó tácticas clásicas de monopolio, como eliminar a la competencia mediante adquisiciones, obligar a los clientes a usar sus productos y controlar cómo se realizan las transacciones en el mercado publicitario online. Google argumentó que el caso se centraba en el pasado, cuando la compañía aún trabajaba para que sus herramientas se conectaran a los productos de la competencia. Además, la fiscalía ignoró la competencia de tecnológicas como Amazon.com y Comcast, ya que la inversión en publicidad digital se desplazó hacia las aplicaciones y la transmisión de vídeo.