Viernes 28 de marzo de 2025
Gracias a la guerra comercial
Dr. Armando Rojano Uscanga
La batalla arancelaria reconfigurará el mapa alimentario global, generando nuevas relaciones y Brasil está aprovechándola para convertirse en una potencia alimentaria, sus cosechas han registrado niveles récord en la última temporada y aún tiene margen para aumentar las áreas de producción sin necesidad de deforestar, lo que ningún otro país puede hacer.
La guerra comercial de Donald Trump cambió el equilibrio agroalimentario mundial, creando incertidumbre en los mercados y los precios de productos clave como la soja, el maíz o la carne, haciendo que los productores busquen nuevos aliados comerciales. Por eso Brasil, con vastas tierras cultivables, clima propicio y excepcionales cosechas, está consolidando su posición de proveedor de alimentos clave. Estados Unidos y China, grandes consumidores, son sus principales socios comerciales, y Brasil es capaz de atender cualquier incremento de la demanda, después de que China impusiera gravámenes de entre el 10 y el 15% a productos agrícolas y ganaderos estadounidenses, en represalia a los aplicados por Washington sus bienes
Brasil, el mayor exportador de soja del mundo y principal proveedor de China, prevé una producción récord de 165 millones de toneladas de soja para este año, 13% más que en 2024, y la guerra arancelaria volverá la soja brasileña más atractiva que la estadounidense. Tiene maíz de sobra y proyecta recoger 125 millones de toneladas este año, 9% más que el anterior. Y su ganadera está lista para afrontar la demanda, pues el año pasado su récord fue de 40 millones de reses, siendo para China el 57% de sus exportaciones.