EEUU AMENAZA CON ARANCEL A BUQUES CHINOS

Martes 25 de marzo de 2025

                                 

                                            Impulsado por la USTR

Dr. Armando Rojano Uscanga

La Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (en inglés: Office of the United States Trade Representative, USTR) es la agencia responsable de recomendar y desarrollar una política comercial del país para el presidente de los Estados Unidos, conduciendo negociaciones comerciales a niveles bilaterales y multilaterales, y en coordinación con el Trade Policy Staff Committee (TPSC) y el Trade Policy Review Group (TPRG), con oficinas en Ginebra (Suiza) y Bruselas (Bélgica).

En sintonía con las políticas de Donald Trump, la USTR está impulsando la imposición de aranceles de entre 1 y 3,5 millones de dólares por escala portuaria en ese país, a barcos construidos en China, una medida drástica que desencadenaría una sacudida al comercio mundial. La propuesta nace de una investigación iniciada por la Administración Biden, a petición de cinco sindicatos, para frenar el dominio chino que cubre más del 34% de los buques activos en el mundo, frente al 0,4% de EEUU.

Con esto, se castigaría a las navieras que usan barcos fabricados en China, aunque estos hayan sido adquiridos hace más de una década por falta de alternativas viables en otros países. El plan exige que una parte del comercio estadounidense, de productos agrícolas hasta bienes de consumo, se transporte en barcos con bandera, tripulación y construcción estadounidense, aunque los astilleros del país capacidad ni el personal para atender la demanda en el corto o mediano plazo, lo que implicaría  que más del 80% de los portacontenedores que atracan en EEUU fueran sancionados, elevando los costes del transporte marítimo, desviando rutas a puertos en México y Canadá, encareciendo el mercado doméstico, y hundiendo a los pequeños puertos estadounidenses, que serían excluidos de las rutas internacionales.

La estrategia no revitalizará la industria naval estadounidense a corto plazo y puede provocar un caos inmediato en las cadenas de suministro globales. Los gravámenes generarían entre 40.000 y 52.000 millones de dólares para las arcas estadounidenses, según Clarksons Research Services, filial del mayor agente marítimo del mundo. Sugiern que si se trata de una cuestión puramente de seguridad se debería incentivar la inversión en aliados como Corea del Sur, Japón y Finlandia, de gran tradición en la construcción de barcos.

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