Martes 24 de diciembre de 2024
Utilizan helio en lugar de hidrógeno
Dr. Armando Rojano Uscanga
Un dirigible es una aeronave autopropulsada con forma de un globo enorme lleno de gases de elevación casi ingrávidos, con una gran cabina para transportar pasajeros, tripulación y carga. Fueron muy populares a principios del siglo XX, pero la tragedia del Hindenburg, el dirigible alemán de lujo que utilizaba hidrógeno y explotó en 1937, hizo que se desecharan.
Pero los avances tecnológicos, los nuevos materiales, como el nylon ultraligero, la lucha por alcanzar el objetivo de cero emisiones y la sustitución del hidrógeno inflamable por helio ha permitido un desarrollo más seguro que evitaría que se repita la tragedia, con un nuevo tipo de aeronave, que lo único que tienen en común con el Hindenburg es su forma y el hecho de que utilizan helio, un gas más ligero que el aire.
Estos nuevos dirigibles vuelan a unos 100-130 km/h, están planeados para viajes lentos, como los cruceros y los trenes nocturnos, cuya experiencia compensa la menor velocidad. Vuelan a una altitud menor que un avión y sus cabinas no presurizadas permiten abrir las ventanas, requieren menos energía para funcionar, y podrían funcionar con motores eléctricos que impulsen el despegue y la dirección, lo que los convierte en una forma de transporte aéreo con cero emisiones de carbono. Su mayor ventaja es que pueden permanecer en el aire por largo tiempo y que tienen la capacidad de volar verticalmente, y no necesitan una pista para despegar, pues les basta un espacio plano donde haya algo a lo que se pueda amarrar.
El dirigible más grande del mundo, el LTA Pathfinder 1, se está probando en Silicon Valley, California, mide 124,5 m por 20 m, lo que equivale a cuatro dirigibles Goodyear y más largo que tres Boeing 737. Lo fabrica una empresa fundada por Sergey Brin, expresidente de Alphabet, la matriz de Google. La empresa francesa Flying Whales está desarrollando dirigibles para uso de carga, y la firma británica Hybrid Air Vehicles (HAV) prueba un dirigible híbrido, que usa motores eléctricos y de helio, el Airlander 10, que emite un 90% menos de CO2 que un avión típico y puede transportar hasta 90 personas. En Alemania, por US$519 por un vuelo de 45 minutos, Zeppelin ofrece vuelos en un dirigible Goodyear sobre varias ciudades de la zona de Bodensee. Y Ocean Sky Cruises va más allá, con un viaje desde Svalbard hasta el Polo Norte, aprovechando que un dirigible puede aterrizar sobre hielo.