Lunes 23 de septiembre de 2024
Despidos coinciden con victoria electoral de la extrema derecha
Dr. Armando Rojano Uscanga
Hace casi un siglo, en octubre de 1929, comenzó una depresión mundial, que agudizó los problemas económicos que enfrentaba Alemania., con una grave recesión económica que obligó a las empresas a reducir la producción y a despedir a los trabajadores, lo que provocó una ola de protestas y disturbios en todo el país, perdiendo popularidad los partidos tradicionales y ganando adeptos el Partido Nazi.
La historia parece repetirse. Todo iba bien, hasta que Rusia invadió a Ucrania cortando a Berlín el suministro energético. Sorteado a duras penas el obstáculo, Alemania debe hacer frente a las dificultades que amenazan a la joya de su industria automotriz: Volkswagen, que planea cerrar plantas en el país, por primera vez desde su fundación, hace 87 años de historia.
Volkswagen sopesa la clausura de fábricas de sus turismos. El cierre, que afectaría a sus subsidiarias, busca una fuerte reducción de costes y finalizar el pacto con los sindicatos que asegura puestos hasta 2029, lo que evidenciaría su debilidad y provocaría un conflicto laboral para el gobierno de Olaf Scholz, con la extrema derecha a un año de las elecciones federales.
Oliver Blume, director ejecutivo de la compañía, justifica la medida por la vigorosa entrada de las automovilísticas chinas en suelo europeo, gracias a las facilidades proporcionadas por gobiernos como el húngaro. Además, el gobierno retiró los subsidios a los autos eléctricos.