APPLE ABUSA DEL RÉGIMEN FISCAL IRLANDÉS

                                                           Miércoles 11 de septiembre de 2024

                                  

                                      Concentra el 62% de su beneficio mundial

Dr. Armando Rojano Uscanga

Apple es un negocio exitoso y como tal debería contribuir a las economías que generan sus utilidades, tributando correctamente en cada país, de acuerdo a su facturación. Pero su código de ética parece permitir eludir impuestos y elegir países de baja tributación para facturar allí. Por eso tiene como domicilio fiscal a Irlanda desde 1980, en donde concentra el 57% de sus ingresos y hasta el 62% de sus beneficios a nivel mundial. La principal filial del grupo en Irlanda, Apple Operations International Limited, declaró en el último ejercicio, cerrado el 30 de septiembre de 2023, ventas de 218.894 millones de dólares, un 1,8% menos respecto al año anterior.

Aún con el descenso de los ingresos, sus utilidades aumentaron un 7%, alcanzando 62.284 millones de dólares. El holding irlandés pagó solo 7.700 millones de euros del impuesto de sociedades en el ejercicio y abonó dividendos por valor de 18.800 millones de euros a la matriz norteamericana, Apple Inc, sujetos a la fiscalidad estadounidense, pero la Comisión Europea acusó a la tecnológica de haber llegado a un acuerdo con el Gobierno de Dublín para pagar un tipo impositivo máximo de solo el 1%, llegando incluso al 0,005% en 2014.  Lo anterior tal vez se deba a que el holding de Apple emplea en Irlanda a 6.000 personas, de las 57.000 que forman sus distintas filiales.

Apple llevó sus negocios a Irlanda por ser el país que recauda más impuestos de sociedades de las multinacionales que otro en el mundo, con un impuesto de sociedades el año pasado del 12,5%, que este año eleva hasta el 15%, siendo el quinto país europeo con el sistema fiscal más competitivo, según el International Tax Competitiveness Index de Tax Foundation.

Irlanda se negaba a suscribir el compromiso fiscal global del 15%, acordado por 130 países de la OCDE, asegurando que necesitaba garantías de que no sería la puerta de entrada a tasas aún más altas. Hasta 2015, muchas las empresas tecnológicas, especialmente norteamericanas, utilizaron el llamado “doble irlandés” para reducir su factura tributaria, con una sociedad en Irlanda y otra en un paraíso fiscal, que tiene los derechos internacionales de la propiedad intelectual. La firma irlandesa, agrupaba las ventas internacionales, pagaba a la del territorio offshore por esos derechos, con lo que el dinero los beneficios se desviaba. Apple utilizaba a una sociedad domiciliada en las Islas Vírgenes Británicas (Baldwin Holdings Unlimited). Lo mismo hacía Google con dos empresas en Bermudas.

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