PARA EVITAR LA DEFLACIÓN CHINA CONTROLARÍA LA PRODUCCIÓN PORCINA

                                                         Martes 16 de abril de 2024

                    

                                 Una extraña mezcla de economía doméstica y macroeconomía

Dr. Armando Rojano Uscanga

Para evitar una espiral deflacionaria que baje los precios, la producción, el empleo y la demanda, a la que llegaría por los débiles datos de inflación a la baja en marzo, los economistas chinos recurrirán al control de la producción de cerdos, cuya carne resulta importante en la canasta de productos básicos que influyen en el índice inflacionario. En su elemental economía, los alimentos y el transporte representan en conjunto el 45% de la canasta del IPC de China. Entre 2019 y 2021, alcanzó los objetivos de inflación gracias a la fuerte subida de los precios del cerdo, pero en los últimos años, sucedió lo contrario por lo que es necesario controlar las poblaciones de cerdo para estabilizar los precios.

Pero son palabras mayores, pues la cabaña porcina de China, representa la mitad del total de la población mundial de cerdos, que fue devastada por un brote de peste porcina africana entre 2018 a 2021, provocando un sacrificio generalizado, precios más altos e incentivos para aumentar la producción. Esos altos precios del pasado ahora están lastrando a la carne de cerdo, puesto que en los años siguientes a la peste los ganaderos chinos dispararon el tamaño de sus granjas hasta el punto de generar un exceso de capacidad que hoy afecta a la inflación china. La población de cerdos de China era de 434 millones en 2023, desde los 310 millones de 2019.

Como resultado, el precio de la carne de cerdo, un bien básico y el componente muy importante de su índice de precios al consumidor, ha caído drásticamente, sumándose a los riesgos de deflación que ha presionado a Pekín durante los últimos seis meses. La carne de cerdo representa un 13% en el componente de alimentos del IPC de China, mientras que supone un 2,5% de toda la cesta del país.

Por eso el gobierno, a través del Ministerio de Agricultura, está implementado un plan para endurecer las regulaciones a medida que la eficiencia de la producción porcina continúa mejorando y el consumo de carne de cerdo tiende a estabilizarse, y continuaría implementando objetivos a largo plazo para las cerdas reproductoras.  Para empezar, a finales de marzo, el gobierno redujo el objetivo de cerdas reproductoras desde los 41 millones a 39 millones.

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