Lunes 25 de marzo de 2024
Y los demás países observan y consideran adoptarlo
Dr. Armando Rojano Uscanga
Europa vivió una larga época de bajos intereses bancarios, que después de la pandemia subieron tanto que generaron grandes utilidades a la banca, por lo cual los gobiernos de España e Italia crearon un impuesto temporal (2023 y 2024) a los beneficios extraordinarios. En estos momentos en que se deberá empezar a pagar Italia modificó su impuesto a la banca, dejando exentas las ampliaciones de las reservas de capital, atendiendo a las críticas del Banco Común Europeo (BCE).
El gobierno italiano anunció una modificación del impuesto sobre los beneficios extraordinarios de los bancos, que consiste en un límite del gravamen de los activos ponderados por riesgo a nivel individual al 0,26%, en lugar de al 0,1% del total de activos del banco, que podrán eludir el abono de la tasa si refuerzan su ratio de capital CET1, el de mayor calidad, con un importe que multiplique por dos veces y media la cantidad debida al Estado. Pero, si algún banco decide hacer un uso posterior de dichas reservas para el reparto de dividendos, dicha entidad deberá pagar, además del impuesto, el vencimiento de la deuda.
El impuesto continuará aplicándose al 40% de los beneficios extraordinarios de los bancos, considerando el diferencial de los ingresos netos por intereses entre 2021 y 2023 con una ganancia superior al 10%. Suena complicado, pero los expertos lo entienden y el gobierno italiano recaudaría unos 3.000 millones de euros con esta medida, por lo que ya es objeto de observación del resto del mundo, que contempla aplicarlo también, a pesar de las críticas recibidas de los afectados, los banqueros.