Martes 12 de marzo de 2024
Por su menor impacto ambiental y visual
Dr. Armando Rojano Uscanga
Los prototipos de ferrocarriles desarrollados por los mayores fabricantes confirman la validez del hidrógeno en líneas sin electrificar, por su menor impacto ambiental y visual, logrando así la plena descarbonización del sector. La capacidad del hidrógeno para generar energía sin emitir contaminantes atmosféricos nocivos contribuye a la reducción de la huella de carbono del ferrocarril en el nuevo mapa energético de la Unión Europea.
Además, su versatilidad de fuentes de producción y su eficiencia energética lo posicionan como una alternativa a los trenes diésel, para garantizar la conectividad en aquellas líneas sin electrificar, que en Europa son casi la mitad. Por eso todos los grandes fabricantes del sector están optando por implantar pila de hidrógeno a sus trenes, aunque solo Siemens, Alstom y Stadler han llegado a la fase de comercialización. La compañía alemana que aventaja a sus competidores tras años de investigación y desarrollo, está comercializando la segunda generación de trenes propulsados por hidrógeno a través de una empresa de leasing que alquilará sus unidades.
Pero hay tres grandes retos, la baja competitividad del hidrógeno, por su alto coste de producción frente a combustibles tradicionales, que debería bajar en los próximos años, otro es resolver los conflictos normativos que genera su uso al transitar por infraestructuras sensibles, como los túneles y en los momentos de repostaje, el tercer gran reto, pues se requiere infraestructura especial no disponible aún. La parte más compleja es el repostaje, por la gran cantidad, el comportamiento del gas y el hecho de que la tecnología de dispensación no está 100% desarrollada, pues pasa por disponer de plantas de electrolisis a lo largo de la red, conectadas al sistema eléctrico y que permitan generar el hidrógeno en el mismo punto de repostaje.