Viernes 8 de marzo de 2024
Prefieren las competencias comprobables a los diplomas académicos
Dr. Armando Rojano Uscanga
Poco más de la mitad (52%) de las ofertas de empleo publicadas en Estados Unidos no piden una titulación mínima para acceder al puesto y solo el 17,8% exigen tener al menos un título universitario, como mínimo histórico. El cambio significa una apuesta a la contratación basada en competencias y no en diplomas académicos para reducir la sobrecualificación.
Los expertos en contratación atribuyen esto a una ‘inflación’ de universitarios en las últimas décadas que el mercado no logra absorber porque muchos currículos académicos no se diseñan teniendo en mente las necesidades de las empresas y en muchas ocasiones responden más a intereses burocráticos que profesionales. La estrategia para resolverlo pasa por reforzar las titulaciones medias, y en especial la formación profesional, actuali8zando los programas de estudio con más frecuencia.
En Estados Unidos, desde 2017, antes de la pandemia, las empresas privadas y las administraciones federales se han centrado en las competencias a la hora de contratar y eliminar los requisitos de titulación universitaria. La tendencia se ha acentuado al dar buenos resultados.
Cory Stahle, economista de Indeed, publicó en un metabuscador de ofertas de trabajo, que los requisitos educativos formales tienden a desaparecer y que más intenso ha sido el retroceso en los que se refiere a los títulos universitarios, que han pasado de rondar el 21,5% hace cinco años al 17,8% a inicios de 2024.
Las empresas reclutan trabajadores por las competencias más ajustadas para el empleo, sin importar su título académico y aceptan a muchos que abandonan una carrera que no cumple sus expectativas, el mismo camino que siguieron grandes empresarios considerados ejemplos de éxito. Esto ocurre principalmente en países en que la educación universitaria es más costosa y se considera una inversión a largo plazo. Un estudio de LinkedIn plantea que, si la selección de trabajo se orientara a las competencias y no a los títulos, las empresas verían multiplicarse por 11 los candidatos disponibles. En Estados Unidos este múltiplo se eleva a 19.