Miércoles 27 de diciembre de 2023
Traslada el 80% de las mercancías
Dr. Armando Rojano Uscanga
La industria del transporte marítimo pretende alcanzar emisiones neutras en 2050, lo que mejoraría significativamente el medio ambiente, ya que el 13,5% de las emisiones de la Unión Europea y el 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, cifras similares a la aviación, según la Agencia Europea de Medio Ambiente y la Agencia Europea de Seguridad Marítima, de llí la importancia de descarbonizar a este sector.
Los planes de transformación verde de las administraciones tienen presente lo que ocurre en el mar y su estrategia de movilidad sostenible e inteligente establece claramente que todos los modos de transporte deben ser más sostenibles, inteligentes y resilientes, incluido el transporte marítimo, pues se pretende impulsarlo como alternativa a la carretera.
El objetivo final es descarbonizar los mares y eso implica una acción ambiciosa a nivel global. La estrategia de la Organización Marítima Internacional (OMI) es la de llegar a emisiones netas nulas de efecto invernadero en 2050. Un buen ejemplo es Mærsk, el gigante del transporte, que bautizó en septiembre como Laura Mærsk, el primer portacontenedores alimentado por metanol y la compañía ofreció llegar a emisiones netas cero en 2040 y el metanol verde es su apuesta. Es una de las muchas alternativas en las que se está trabajando, porque usar energías alternativas a los combustibles fósiles es la vía fundamental para conseguir esa descarbonización.
También entra como alternativa potencial el hidrógeno verde, que se puede usar de forma directa para generar electricidad cuando los barcos están en puerto o para recorrer distancias cortas, de 100 o 200 kms. que son las que cubren conexiones entre islas, fiordos o cruces de ríos. Además, puede tener usos indirectamente, puesto que la producción de amoníaco y metanol entra en las alternativas a los combustibles marítimos actuales.
Lo que es ya una alternativa tangible son los biocombustibles de segunda generación (2G) que se producen a partir de residuos orgánicos que no compiten con la alimentación, como los aceites usados de cocina o los desechos agrícolas o ganaderos, entre otros». Suman descarbonización y economía circular.