Martes 31 de octubre de 2023
Se multiplica por siete en solo dos años
Dr. Armando Rojano Uscanga
Siendo Alemania el motor de Europa y China su principal cliente, lo que ocurra entre ellas revela el complejo futuro de la industria europea. Las guerras, la pandemia, el proteccionismo, la inflación y el cambio climático parece que se confabularon en contra de Europa y más específico de Alemania, que mostraba una economía una indestructible y que desde hace dos años tiene una balanza comercial con China en declive, incluso se ha vuelto en contra pues Alemania sigue necesitando importar de China muchos de los inputs que necesita su industria por incapacidad de producirlos con una buena relación calidad-precio, y China está dejando de necesitar los bienes que importaba de Alemania de forma masiva.
Alemania y China mantienen una histórica relación comercial en la que la primera produce bienes sofisticados, que requieren de una elevada inversión en capital y tecnología, mientras que la segunda produce bienes más sencillos, aprovechando la ventaja de unos costes laborales muy inferiores y una vasta fuerza laboral. Ahora China sigue siendo el mayor socio comercial de Alemania, pero casi la mitad de los fabricantes alemanes dependen de insumos intermedios procedentes de China (tres cuartas partes en el caso de la industria automovilística). El comercio chino-alemán mantiene más de un millón de puestos de trabajo directos y de las diez empresas cotizadas más valiosas de Alemania, nueve obtienen al menos el 10% de sus ingresos de China (frente a dos en EEUU).
Alemania ya registra déficits comerciales históricos con China. Según BNP Paribas, entre 2000 y 2019, registró un déficit comercial anual promedio de unos 15.000 millones de euros con respecto a China y comparación, el superávit comercial general de Alemania con el resto del mundo promedió 177.000 millones de euros anuales durante el mismo período. Ahora las relaciones comerciales entre China y Alemania se han desequilibrado en los últimos dos años, a medida que las importaciones crecían más rápido que las exportaciones, demostrando que están en marcha cambios estructurales.
China está desarrollando sus exportaciones y la producción local como sustituto de las importaciones. ampliado los déficits bilaterales alemanes durante enero-julio de 2023, en particular los equipos eléctricos, en que registra -11.200 millones de euros en comparación con -4.000 millones de euros hace dos años, subrayando la erosión de la posición competitiva de Alemania frente al ascenso de China. Y en los automóviles ocurre algo similar, pues Pekín es ya el mayor exportador de coches del mundo y lleva años de ventaja en lo que se refiere a la fabricación de coches eléctricos, mucho menos complejos que los de combustión. Y China fabrica mejores coches eléctricos y más baratos, pues según la propia Comisión Europea, un coche eléctrico hecho en China es un 20% más barato que otro similar hecho en Alemania o en Europa.