Domingo 8 de octubre de 2023
El secreto está en la eficiencia y las tarifas de carga y descarga
Dr. Armando Rojano Uscanga
Con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, nuestro país pretende competir con el Canal de Panamá. Sin duda es una obra importante y necesaria que rescato viejos proyectos y kilómetros de antiguas vías de tren entre los estados de Oaxaca y Veracruz. Sin embargo, tendrá que demostrar su capacidad para transportar mercancías y personas entre los océanos Atlántico y Pacífico.
A principios del siglo pasado, 60 trenes diarios ya hacían ese recorrido, después de que se construyeran los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos, y el general Porfirio Díaz lo inaugurara en 1907. Ahora, este tren ha mejorado el trazo y modernizado los equipos para un recorrido de 303 kilómetros que se realizaría en 6 horas, pudiendo movilizar 1.4 millones de contenedores anuales, con la dificultad de la diferencia de calados en sus puertos, pues Coatzacoalcos solo tiene 13 metros y Salina Cruz 24.
Por su parte, el Canal de Panamá, de solo 80 kilómetros, es la vía interoceánica dominante en el continente, pero sufre escasez de agua, que atrasa el tráfico de barcos (desde noviembre solo transitan 31 al día, aunque esperan que se apruebe la construcción de un nuevo embalse que garantice agua para la operación de la infraestructura, con lo que recuperaría su capacidad habitual.
El problema para México es de logística y costos, pues hay que considerar el tiempo necesario para descargar la mercancía del barco al tren y cargarla al otro, servicio que también presta Panamá para los clientes que prefieren esa opción en lugar de cruzar directamente en barco, lo que suele demorar entre ocho y diez horas. Respecto a los costos, habría que establecer tarifas competitivas que atraigan a los clientes.