Martes 12 de septiembre de 2023
Está en la zona del “beso geológico” con Marruecos
Dedicado a mis alumnos de “Lectura y escritura de textos”, que empiezan a leer diarios
Dr. Armando Rojano Uscanga
Marruecos sufrió un terremoto de magnitud 7,2 el viernes pasado, siendo el más fuerte desde 1900. Su epicentro se localizó en la provincia de Al Hauz, en las montañas del Alto Atlas, a 71km de distancia de Marrakech, a una profundidad de 10,7 kilómetros, representando una amenaza real para España, su vecina en la zona del llamado ‘beso’ geológico.
Al momento han muerto casi 2700 personas y otras tantas han resultado heridas, muchas en estado crítico, resultando el terremoto más letal, por número de víctimas desde el de la región de Alhucemas en 24 de febrero de 2004, cuando murieron 629 personas, 926 resultaron heridas y 12.539 quedaron sin hogar.
Preocupa la proximidad con España, en donde el movimiento sísmico que se sintió en municipios de Huelva, Sevilla, Málaga y Jaén, aunque que no hubo daños reportados. La proximidad geográfica en las zonas del denominado “beso geológico” que une a España con Marruecos y el acercamiento constante del continente africano a Europa, generan un alto nivel de seísmos de «baja intensidad» en el sur de la Península.
El acercamiento responde a movimientos telúricos en Granada y de otros terremotos en la franja meridional producto de fallas o fracturas en estos tipos de suelos, que ponen en riesgo a más de
14 millones de españoles que viven en áreas de riesgo alto o muy alto, según el registro de terremotos a lo largo de un milenio, que define un «mapa de peligro» en los bordes de las placas continentales, la costa Este y los Pirineos, donde el movimiento de las placas y la deformación de la litosfera producen un campo de esfuerzos tectónicos que repercuten en las fallas. Esas fracturas de la tierra se distribuyen por la Península, desde Lisboa a Ourense, por todo el arco mediterráneo y la frontera con Francia.