Domingo 13 de agosto de 2023
Baja la esperanza de vida
Dr. Armando Rojano Uscanga
En Estados Unidos la fertilidad es mayor, por ejemplo, qué en China y Japón, además la inmigración es incontrolable, dos factores que debían garantizar un crecimiento futuro, pero hay un problema que ha empeora en los últimos años: la esperanza de vida, que ya de entrada era mucho menor que la de sus pares, está cayendo a marchas forzadas.
En EEUU, hace una década, la persona media vivía tres años menos que en Canadá o cuatro menos que en España, pero desde la pandemia, la esperanza de vida se ha desplomado de casi 79 años en 2019 a 76 en 2021, situándose 7 años detrás de España o 6 detrás de Canadá, países que recuperaron en 2021 la mitad de lo perdido en el primer año del covid. Y, en EEUU las muertes siguen acelerándose llevando al país a niveles comparables con Kosovo o Líbano.Lo más preocupantes es que la caída de la esperanza de vida entre las personas más jóvenes. Una esperanza de 80 años supone que, por uno que muere a los 100 años, alguien debe morir a los 60, en promedio. Pero en EEUU, la cifra de jóvenes que mueren y hunden la media es mayor a la europea.
La mortalidad infantil, dato que separa a países desarrollados de los menos afortunados, es alta en EEUU, donde 5,43 bebés de cada mil mueren antes de cumplir el año, frente a los 3,2 de la UE. California, el estado con menor mortalidad tiene 3,92, detrás de casi toda Europa occidental. El peor país europeo, Bulgaria, con 5,6 muertes por mil, está al nivel de estados de riqueza media como Pensilvania o Nebraska. Y el peor estado de EEUU, Misisipi (8,12) está por detrás incluso de Ucrania (7,2). Esto se debe a los altos precios de la sanidad, pues quiénes no tienen seguro médico, o tienen uno muy básico, no pueden dar a luz en un hospital ni seguir un control postparto para la madre y el bebé. El porcentaje de jóvenes (15 a 24 años) que mueren en EEUU es muy alto, el triple que en Reino Unido y encima de Canadá. La causa principal es la gran cantidad de armas en circulación, que facilitan los suicidios, la segunda causa de muerte en esas edades, junto con la conducción temeraria y otras actividades arriesgadas.
Eso supone un gran coste económico. Por la gran crisis social que vive EEUU, por la fuerte división entre zonas rurales en caída y zonas urbanas en ascenso, además, los jóvenes muertos suponen un gran coste, por gastos a sus familias y al Estado (crecimiento, educación…) que no llegó a fructificar. Y el hecho de que los mayores de 65 años mueran a un ritmo similar al de los países europeos supone un problema de sostenimiento de las pensiones, pues hay menos jóvenes para pagar a los mismos mayores.