PRIMEROS EFECTOS DE LAS INVERSIONES CHINAS EN BRASIL

Domingo 23 de julio de 2023

Corroen el mercado local y crean competencia desleal

Dr. Armando Rojano Uscanga

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunió con su homólogo Xi Jinping en Pekín el 14 de abril pasado y muchos brasileños se reactivaría la economía local gracias a inversiones chinas por 50.000 millones de reales, poco más de 10.000 millones de dólares, pero ahora, han empezado a sentir la dinámica depredadora de la economía china y su programa “Go Out policy”. El primero en darse cuenta fue el sector textil, que como ocurrió Italia, está sufriendo la destrucción de gran parte de la producción local por el gigante chino del comercio electrónico Shein que “nacionalizaría” el 85% de sus ventas en Brasil con productos fabricados allí. Entre las empresas brasileñas comprometidas con Shein, como la textil Coteminas, ha despedido a 700 trabajadores. Por su parte, el gobierno acaba de aprobar una exención fiscal de hasta 50 dólares para la compra por Internet de productos importados (Shein), lo que afectará el aspecto competitivo de todo el sector.

China pretende inundar el país y la región de coches eléctricos, con el fabricante BYD que ha anunciado una inversión inicial de 3.000 millones de reales, unos 626 millones de dólares, en la planta industrial de Camaçari, en el estado de Bahía que pertenecía a la Ford hasta 2021. Pero se trata de una fábrica de alta tecnología, con innovación muy expresiva y generación de empleo poco significativa.

Lo más grave se da en el sector minero, donde Brasil no impide todavía la propiedad extranjera de sectores estratégicos y en la mira de los chinos está el niobio, necesario para la construcción de semiconductores y baterías de litio. Brasil posee más del 90% de las reservas mundiales de este mineral precioso, seguido de Canadá. La mina de Araxá, concesionada a la Compañía Brasileña de Metalurgia y Minería, en 2011 vendió el 15% de sus acciones al consorcio China Niobium Investment Holdings Ltd. en una operación de 1.950 millones de dólares. Desde entonces, el interés chino por el niobio no ha hecho más que crecer. En 2016, China Molybdenum (CMOC), adquirió el centro de Catalão, y en marzo de este año cerró un acuerdo con otra empresa china de investigación metalúrgica para desarrollar su propio proyecto de niobio y fósforo en Brasil.