CHINA EXPORTA SU “CRÉDITO SOCIAL”

Domingo 18 de junio de 2023

Así premia o penaliza de acuerdo al cumplimiento de las leyes

Dr. Armando Rojano Uscanga

En China, desde 1980, el gobierno intenta desarrollar un sistema de calificación crediticia bancaria y financiera personal, para las personas que habitan en zonas rurales y pequeñas empresas carentes de registros legales. En 2009, un programa con tintes puramente sociales, hizo pruebas regionales; y en 2011, el primer ministro chino, Wen Jiabao, lo presentó al Consejo de Estado. En 2014, se hizo una prueba con ocho empresas de calificación crediticia y en 2020 se instauró como un sistema de crédito social.

Desde entonces ha funcionado de manera ininterrumpida, y el gobierno chino proclama que se pretende mejorar la confianza social y regular a las empresas con respecto a seguridad alimentaria, robo de propiedad intelectual y fraude financiero. Como en todo, hay quienes afirman que el sistema traspasa el estado de derecho y viola los derechos de los residentes y las organizaciones, respecto a reputación, privacidad y dignidad personal, y es una herramienta de vigilancia gubernamental y supresión de la disidencia.

Se refieren a que los ciudadanos pueden entrar en una lista negra tan fácilmente, como que ya tiene 20 millones de nombres, lo que les trae graves consecuencias. Basta con pasarse un semáforo, fumar en lugares prohibidos, tener deudas impagadas o cometer fraude, para sufrir, además de una sanción administrativa, ciertas restricciones: como la prohibición de viajar en avión o en trenes de alta velocidad, y la compra de artículos de lujo. En algunas ciudades, se publicita a las personas morosas en pantallas LED de centros comerciales, camiones o paradas del autobús, dando sus datos personales y exponiéndolas al escarnio social. Además, los enlistados no podrán solicitar subvenciones, acceder a préstamos o conseguir matrícula en las mejores escuelas o universidades públicas. Se recuperan puntos haciendo donaciones económicas a los servicios comunitarios, donando sangre, o teniendo un comportamiento ejemplar.

Muchas empresas aplican este sistema, como Ant Financial, del grupo Alibaba y dueña de Alipay, que puntúa a sus clientes por sus hábitos de consumo o pago de facturas a tiempo; y Ziroom, inmobiliaria de Pekín, que da puntos a sus inquilinos para otorgarles descuentos. Y Bolonia, Italia, ha sido la primera urbe europea en adoptar este sistema de puntos, llamado «Smart Citizen Wallet» (Cartera Ciudadana Inteligente), que da puntos a las personas por reciclar, usar el transporte público o administrar bien la energía. En Roma, también en Italia, el sistema está en etapa experimental, igual que en algunos países de Sudamérica, Asia y África, tal vez para congraciarse con la potencia asiática para obtener créditos.